La historia de la telefonía IP se remonta a la década de 1960, cuando se desarrollaron las primeras tecnologías de comunicaciones de paquete, como el Protocolo de Internet (IP). A medida que estas tecnologías evolucionaron, se empezaron a utilizar para transmitir datos de voz sobre redes de paquetes en lugar de redes de circuitos dedicadas.
En la década de 1990, se empezó a desarrollar el protocolo SIP (Session Initiation Protocol), que permitía la establecimiento, modificación y finalización de llamadas de voz y video sobre redes IP. Esto permitió el desarrollo de soluciones de telefonía IP para empresas, conocido como PBX IP, que podía reemplazar a los sistemas telefónicos tradicionales basados en circuitos.
En la década de 2000, el crecimiento de las redes de banda ancha permitió la adopción masiva de la telefonía IP en el ámbito empresarial y residencial, ya que se podían ofrecer servicios de voz de alta calidad sobre conexiones de banda ancha.
En la actualidad, la telefonía IP se ha convertido en una tecnología estándar en la industria de las comunicaciones, y se utiliza en una amplia variedad de aplicaciones, como la telefonía residencial y empresarial, la videoconferencia, el correo de voz y el servicio de mensajería instantánea.
La telefonía IP también ha dado lugar al desarrollo de nuevos servicios, como la telefonía móvil y la comunicación unificada, que permite a los usuarios acceder a diferentes servicios de comunicación a través de una única interfaz.