Los pasos clave para la conexión incluyen la adquisición de equipos adecuados, la configuración de hardware, la contratación de un servicio de línea telefónica, la configuración de software, pruebas y verificación, y la programación de mantenimiento continuo para garantizar un funcionamiento óptimo. La opción más sencilla, robusta y más utilizada es la recurrir un proveedor de servicios de telefonía IP que se encargue de todo el proceso y mantenimiento, a la vez que garantiza la seguridad de las comunicaciones en un entorno siempre expuesto a las amenazas cibernéticas.